martes, 8 de marzo de 2011

El nuevo hombre alemán

Dicen los alemanes que los alemanes son limpios. Entiéndase por limpio no sólo la higiene personal, sino también la del hogar. Una costumbre muy arraigada es dejar los zapatos en la entrada y cambiarse la ropa nada más llegar. Es una cuestión de pulcritud, comodidad (Gemütlichkeit, uno de esos tantos términos de difícil traducción) y respeto en el hogar. La hilarante Xenophobe's guide to the Germans, un compendio de tópicos y estereotipos sobre los alemanes de lo más divertido, advierte de un nuevo tipo de hombre por estos lares. Entiendo que después de los malentendidos criminales que supuso el superhombre nietzscheano, los alemanes optaran por dejarse de inventos morales y se centraran, entre otras cosas, en fabricar buenos coches (y qué coches). Pero lo último que uno esperaría es que tras este receso ético, les dieran por traer al mundo a un nuevo hombre que, de extenderse, hará de los metrosexuales una ocurrencia de pie de página. Se trata del Sitzpinkler, es decir, el hombre que mea sentado. Ya no es sólo una costumbre, que uno puede adoptar o desechar, como en toda sociedad libre. Es un imperativo categórico. Pero no a lo kantiano, pues esta norma no surge de la conciencia de uno (autonomía) sino que es impuesta por los otros (heteronomía). Al menos, así lo entendí cuando llegué a Alemania.

4 comentarios:

  1. Pensé que lo mío era por pereza pero ahora descubro que es por germanismo. Me alegro.

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  2. :)) nunca lo habia pensado, pero creo que todos acabaremos meando sentados. Por heteronomia, claro.

    Marcel Gascon

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  3. Es que los alemanes son muy altos. Los españoles, en cambio, al ser más terciaditos y estar curtidos en el deporte de colar a chorro limpio la colilla en el desagüe, deberíamos estar exentos de la obligación de cumplir con esta norma.

    ¿Que igualmente hay que pasar por el aro? Pues se pasa, pero con arte.

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  4. Lo de mear sentado es algo realmente castrador. Yo he tenido diversas conversaciones con Alemanes sobre esto y es para mondarse de risa. Es algo que nunca haré, tampoco me lo han pedido. Basta con limpiar si uno salpica.

    Por otra parte, lo de cambiarse de ropa no es tan generalizado Javi. Yo no conozco a ningún alemán que lo haga.

    Y lo de las casas limpias.... vamos a dejarlo en que muchas (ísimas) no lo están (de acorde con los estándares españoles).

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