lunes, 21 de marzo de 2011

Austeridad

Todas las mañanas me levanto con las noticias de la TV3, la radio pública de esta ciudad portuaria. Al encender el televisor, el presentador de la Primera contacta con los diferentes corresponsales que tiene diseminados por medio mundo, los que a su vez informan para TV3, TeleMadrid, Canal Sur, Canal 9, EiTB y demás canales públicos regionales. Juntos forman la misma corporación mediática. Por la noche, antes de cenar, vuelvo a conectar la radio. Fiel a TV3, como siempre, cuyo noticiero de la noche no es otro que el telediario de la Primera, que se produce aquí, y no en la capital. Me fijo que es el corresponsal de Canal Sur el que informa sobre lo ocurrido en el Sur. Y viceversa. Y así con todas las regiones. Cuando me canso de este monolito público, que cuesta a cada vecino 18 euros al mes, acudo a los medios privados, por eso del pluralismo y el contraste informativo. Se puede estar más o menos de acuerdo, pero nadie negará la racionalización del gasto público que una organización así supone. De hecho, esto es un estado federal, de los de verdad, y nadie ha osado tildar de centralista este andamiaje de medios públicos. Cada ente tiene su autonomía local, y se coordina con el resto para la información nacional e internacional. Los alemanes lo llaman austeridad en el gasto público y nosotros lo hemos sabido aplicar, que para eso sabemos tomar nota.

1 comentario:

  1. Genial transliteración, amigo. Desmoralizante, eso sí, como acostumbran ser esta clase de comparaciones.

    Un abrazo,

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