jueves, 3 de marzo de 2011

¿Cómo es en tu país?

Dos días después de la dimisión del ministro de defensa alemán, la prensa sigue manteniendo vivo el debate. La portada de este jueves del semanario Die Zeit refleja el estado de la cuestión: "¿Y ahora qué?", dice el titular, con el busto derrocado del popular ministro Karl-Theodor zu Guttenberg.

Esta mañana, mientras desayunaba, seguía en Deutsche Welle un reportaje sobre la fiabilidad de los mecanismos de control de las tesis doctorales en las universidades alemanas. Hace dos semanas que el debate político gira en torno al plagio de la tesis doctoral del ministro de defensa. Televisión, radio y periódicos no han dejado de discutir al respecto. Al lado de zu Guttenberg, su partido, el periódico Bild Zeitung y, probablemente, más de media Alemania. Al otro, el resto: la oposición, la academia, el semanario Der Spiegel, Süddeutsche Zeitung -el diario que destapó el escándalo-, etc.

Zu Guttenberg compareció ante el parlamento y se sometió a una batería de preguntas de la oposición. A los pocos días, dimitió. The Economist achaca esa decisión a "valores conservadores como la responsabilidad individual". Zu Guttenberg bien podría haber seguido en su puesto. Contaba con el beneplácito de Angela Merkel y el viento favorable de las encuestas de opinión.

En las clases de idiomas extranjeros es muy común un tipo de actividad que consiste en intercambiar con el compañero pareceres sobre las respectivas costumbres de su país. Por ejemplo, la gastronomía, la separación de la basura, el tiempo, el tráfico, el carril bici, la compra y una serie de costumbres de lo más trivial en un mundo globalizado. Nunca se comentan asuntos políticos que puedan herir sensibilidades o confrontar opiniones. Yo le habría preguntado a mi compañero este martes, cuando me enteré de que zu Guttenberg había dimitido, si los políticos en su país hacen esas cosas cuando están envueltos en un escándalo. Recuerdo que un amigo alemán me respondió con total naturalidad: "Aquí eso es normal".

El debate que se ha mantenido en Alemania sobre el plagio de la tesis doctoral de un ministro ha sido chocante para alguien que viene de un país donde las parroquias han sustituido a los medios de comunicación. Ahora mismo me viene a la cabeza aquel ministro de Sanidad que falsificó su currículum. Y ya no hablo de la palabra dimisión, que ha ascendido al altar de los tabúes de nuestra cultura.

Aquí las diferencias culturales son notorias, por no decir sonrojantes.

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